En la era digital, los adolescentes están inmersos en un mundo virtual que ofrece infinitas posibilidades. Sin embargo, esta dimensión también presenta riesgos significativos que pueden afectar el bienestar emocional y social. Un estudio de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) reveló datos alarmantes sobre los hábitos digitales de los jóvenes, que involucran al acoso o bullying.

En la encuesta "Informe de Uso Responsable de las TICs y Riesgos Digitales en Adolescentes de Tucumán" de la Unsta participaron 335 adolescentes de entre 15 y 18 años de la provincia. La investigación traza un panorama sobre problemáticas cada vez más actuales, como el bullying, el ciberbullying y el grooming. Son preocupaciones crecientes que afectan no sólo a los jóvenes, sino también a sus familias, docentes y comunidades.

Entre otros descubrimientos, el estudio encontró que la cultura del acoso está muy extendida en la sociedad juvenil tucumana. Casi uno de cada dos adolescentes (43%) fue víctima de bullying. Además, la combinación de acoso y tecnología amplifica el alcance y el impacto de estas prácticas, por lo que es esencial trabajar en campañas preventivas y en el fortalecimiento de políticas escolares para abordarlas. También se reveló que uno de cada tres (34%) conoce perfiles o webs donde se practica ciberbullying, lo que refleja la normalización de estas conductas en espacios digitales.

El "grooming", otra fuente de amenazas

El 77% de los adolescentes habló con desconocidos en internet, lo que los expone a riesgos como el grooming. Se trata de un engaño pederasta que alude a conductas de acercamiento o preparación para perpetrar el delito. El objetivo deliberado es ganarse la confianza de la persona menor de edad que está del otro lado de la pantalla.

Los hallazgos del estudio de la Unsta subrayan la importancia de educar sobre los peligros de las interacciones en línea, y fomentar habilidades críticas para identificar y evitar situaciones potencialmente peligrosas. El informe, además de brindar datos, refuerza la necesidad de campañas de concientización sobre seguridad en la esfera digital.